jueves, 23 de octubre de 2008
¿Cómo estas San Lorenzo?
"...En Boedo las aguas nunca están calmas, para bien o para mal es un club en constante movimiento. Política, poder, sueños y proyectos invaden a San Lorenzo desde todos los ámbito
El debate sobre la elección del nuevo técnico de la Selección Argentina puso a Miguel Ángel Russo en el foco del mismo. Decir que este tema es “central” para San Lorenzo sería recurrir a una falta de moral tan notoria como recurrente si analizamos en profundidad lo que está sucediendo.
El Club está en pleno proceso de cambios, tan profundos que no despabilarse a tiempo puede llamar al arrepentimiento en un futuro. El presente abarca todo tipo de análisis, porque por donde se lo mire da que hablar.
Como siempre lo más relevante es el fútbol. El presente ideal lo tiene al Ciclón en la cima del campeonato sin encontrar rival que le haga sombra en el Apertura. Pero la clave sería analizar cómo cambió el fútbol de San Lorenzo.
Desde el momento en que Gustavo Ranucci compró el 50% del pase de Jonathan Bottinelli se hizo público el ingreso del grupo inversor (GI) a mediados del 2007. De ahí en más siempre se dependió de GI para el manejo de la compra venta de jugadores, sistema que puede atentar contra el patrimonio genuino del Club por distintas razones, sobre todo a la hora de incluir a juveniles que son propiedad 100% de San Lorenzo, algo que no sucede con contundencia desde la gestión de Néstor Gorosito como DT.
Por lo tanto, el armado de un equipo competitivo está a la voluntad de los que deciden desde afuera con qué jugadores contará el plantel, y cuáles serán vendidos para refinanciar a los lleguen. El rol del Club también es importante pero poco alentador, ya que las últimas incorporaciones fueron a préstamo, caso Ledesma o Barrientos, y con opciones de compra casi imposible de alcanzar en junio del año próximo.
Saliendo de lo eventual y azaroso que resulta hablar de un resultado futbolístico, hay otra cuestión que mueve sentimientos más profundos que festejar un campeonato: La Vuelta a Boedo. Al finalizar el partido frente a San Martín, y como viene sucediendo, la gente pide por “La Vuelta”, y muchos dirán: “claro, el equipo va puntero”, sin embargo, para los que no entendieron, se refiere a Boedo, algo que hasta hace unos años no era tema de discusión. El grupo que impulsa este proyecto, sin poner nombres, envía un claro mensaje: San Lorenzo necesita crecer donde nació, desarrollarse y seguir nutriéndose de hinchas. Esos mismos cuervos que supieron ser nómades desde el ´79 hasta 1993 hoy piden Volver. ¿Cómo? Es la gran pregunta que por ahora no tiene asignada respuesta concreta. Pero el sentimiento está, y crece en la voz popular en cada partido, entendiendo quizás que ganar la Copa Libertadores, obsesión cuerva, dependa de otros factores externos y del juego, mientras que Volver a Boedo depende de nosotros mismos.
En este revuelo de cambios Marcelo Tinelli fue construyendo su propia pista de aterrizaje en San Lorenzo, y esperó el momento para desembarcar con todo su staff y hacerse cargo del Marketing, Desarrollo e Infraestructura del Club, algo tan amplio que se relaciona con todas las áreas. A esto sumarle el poder adquirido en el manejo del fútbol profesional. Y sin hacer ningún juicio de valor sobre Tinelli y su accionar, esto también es un cambio profundo.
La política también cambió, o mejor dicho se debilitó. La mediocridad tomó su mayor exposición con alianzas, traiciones, rupturas y chicanas. Tanto el oficialismo como la oposición cargan con la falta de representatividad de los socios, algo que tendría que ser natural y primario en cualquier sistema democrático. Hay miembros de la comisión directiva que no tienen partido político que los respalde, denuncias varias sobre altos cargos, y el incumplimiento del estatuto está al día. San Lorenzo tiene una mala política, lo que no significa que el sustantivo tenga maldad en sí.
Hay cambios, y el tiempo dirá si fueron buenos o malos. Lo cierto es que el Club está mutando. Algo está pasando, y comenzó hace bastante, hoy los cambios se dejan ver un poco más de cerca, se escucha hablar más a Tinelli que a Savino, se pide la Vuelta a Boedo y la Vuelta Olímpica, el sector político se hace cada vez más débil y los de afuera parecen tener más peso que los de adentro.
Perdón señor lector si usted esperaba una nota futbolera, pero esto va mas allá de un resultado o el análisis del buen juego del equipo de Russo, algo circunstancial y pasajero como el fútbol mismo. Esta nota va referida al futuro de la institución, y para aquellos que saben mirar lo que pasa más allá de un gol..."
Fernando Vuotto
fvuotto@perfilsanlorencista.com.ar
PERFILSANLORENCISTA
El debate sobre la elección del nuevo técnico de la Selección Argentina puso a Miguel Ángel Russo en el foco del mismo. Decir que este tema es “central” para San Lorenzo sería recurrir a una falta de moral tan notoria como recurrente si analizamos en profundidad lo que está sucediendo.
El Club está en pleno proceso de cambios, tan profundos que no despabilarse a tiempo puede llamar al arrepentimiento en un futuro. El presente abarca todo tipo de análisis, porque por donde se lo mire da que hablar.
Como siempre lo más relevante es el fútbol. El presente ideal lo tiene al Ciclón en la cima del campeonato sin encontrar rival que le haga sombra en el Apertura. Pero la clave sería analizar cómo cambió el fútbol de San Lorenzo.
Desde el momento en que Gustavo Ranucci compró el 50% del pase de Jonathan Bottinelli se hizo público el ingreso del grupo inversor (GI) a mediados del 2007. De ahí en más siempre se dependió de GI para el manejo de la compra venta de jugadores, sistema que puede atentar contra el patrimonio genuino del Club por distintas razones, sobre todo a la hora de incluir a juveniles que son propiedad 100% de San Lorenzo, algo que no sucede con contundencia desde la gestión de Néstor Gorosito como DT.
Por lo tanto, el armado de un equipo competitivo está a la voluntad de los que deciden desde afuera con qué jugadores contará el plantel, y cuáles serán vendidos para refinanciar a los lleguen. El rol del Club también es importante pero poco alentador, ya que las últimas incorporaciones fueron a préstamo, caso Ledesma o Barrientos, y con opciones de compra casi imposible de alcanzar en junio del año próximo.
Saliendo de lo eventual y azaroso que resulta hablar de un resultado futbolístico, hay otra cuestión que mueve sentimientos más profundos que festejar un campeonato: La Vuelta a Boedo. Al finalizar el partido frente a San Martín, y como viene sucediendo, la gente pide por “La Vuelta”, y muchos dirán: “claro, el equipo va puntero”, sin embargo, para los que no entendieron, se refiere a Boedo, algo que hasta hace unos años no era tema de discusión. El grupo que impulsa este proyecto, sin poner nombres, envía un claro mensaje: San Lorenzo necesita crecer donde nació, desarrollarse y seguir nutriéndose de hinchas. Esos mismos cuervos que supieron ser nómades desde el ´79 hasta 1993 hoy piden Volver. ¿Cómo? Es la gran pregunta que por ahora no tiene asignada respuesta concreta. Pero el sentimiento está, y crece en la voz popular en cada partido, entendiendo quizás que ganar la Copa Libertadores, obsesión cuerva, dependa de otros factores externos y del juego, mientras que Volver a Boedo depende de nosotros mismos.
En este revuelo de cambios Marcelo Tinelli fue construyendo su propia pista de aterrizaje en San Lorenzo, y esperó el momento para desembarcar con todo su staff y hacerse cargo del Marketing, Desarrollo e Infraestructura del Club, algo tan amplio que se relaciona con todas las áreas. A esto sumarle el poder adquirido en el manejo del fútbol profesional. Y sin hacer ningún juicio de valor sobre Tinelli y su accionar, esto también es un cambio profundo.
La política también cambió, o mejor dicho se debilitó. La mediocridad tomó su mayor exposición con alianzas, traiciones, rupturas y chicanas. Tanto el oficialismo como la oposición cargan con la falta de representatividad de los socios, algo que tendría que ser natural y primario en cualquier sistema democrático. Hay miembros de la comisión directiva que no tienen partido político que los respalde, denuncias varias sobre altos cargos, y el incumplimiento del estatuto está al día. San Lorenzo tiene una mala política, lo que no significa que el sustantivo tenga maldad en sí.
Hay cambios, y el tiempo dirá si fueron buenos o malos. Lo cierto es que el Club está mutando. Algo está pasando, y comenzó hace bastante, hoy los cambios se dejan ver un poco más de cerca, se escucha hablar más a Tinelli que a Savino, se pide la Vuelta a Boedo y la Vuelta Olímpica, el sector político se hace cada vez más débil y los de afuera parecen tener más peso que los de adentro.
Perdón señor lector si usted esperaba una nota futbolera, pero esto va mas allá de un resultado o el análisis del buen juego del equipo de Russo, algo circunstancial y pasajero como el fútbol mismo. Esta nota va referida al futuro de la institución, y para aquellos que saben mirar lo que pasa más allá de un gol..."
Fernando Vuotto
fvuotto@perfilsanlorencista.com.ar
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