domingo, 30 de marzo de 2008

Es un momento de alegria, pero también de reflexión.

100 años.

100 años es muchisimo tiempo para una institución. Mucho más en un pais cuyos vaivenes entre democracias, dictaduras y dictaduras disfrazadas de democracia han formado instituciones que nunca lograron la solidez que requieren la libertad e igualdad con que se debe proyectar un país. Sin embargo aca esta San Lorenzo de Almagro,institución sin fines de lucro, cumpliendo 100 años en una Argentina que no llega a los 200 años de independencia, y no es un detalle menor. Asi como nuestro país, nuestra institución ha sufrido varios embates que marcaron nuestra existencia, para bien y para mal, pero aca estamos; vivos. Y merece un festejo especial, porque no es algo que se celebre todos los días. Pero también nos debemos una reflexión.

En visperas de un momento como este bien vale la pena cerrar los ojos por un segundo y pensar.

Primero en lo que tenemos más cerca, que son nuestros afectos. Pensar en ese abuelo, padre o hermano que nos acercó al Ciclón. Ese tio que nos alegró la vida compartiendonos a San Lorenzo. El amigo de la cuadra o el compañero de colegio que nos presentó a lo único que sabemos que no va a cambiar hasta que nos vayamos de este mundo; los colores azul y rojo.Todos tenemos alguien a quien agradecerle poder defender la camiseta más linda del mundo. El primer recuerdo va para ellos entonces, los que nos miran orgullosos pensando que ya se pueden morir en paz mientras nos ven pasar con la frente alta y la azulgrana en el pecho. Y tambien para aquellos que hoy no tenemos cerca pero que desde vaya uno a saber donde van a dejar caer unas lagrimas viendonos agitar una canción cuerva el 1ro de Abril. Son los que no están pero están. Como los extrañamos, y como deben ellos extrañar a San Lorenzo. Pero los tenemos presentes; en cada partido, en cada gol, en cada campeonato que ganamos, en cada canción que nos recuerda el sentido que le da el Ciclón a nuestras vidas. Tomamos con ellos un juramento de fidelidad y amor que vamos a respetar hasta morirnos, con la promesa de que no terminará con nosotros y seguiremos transmitiendo esta enfermedad de generación en generación, para que algún nieto celebre los 200 años y quizás, entre abrazos de emoción, se acuerde de agradecernos a nosotros también. Te quiero abuelo, y te agradezco todos los días por ser un enfermo de San Lorenzo de Almagro.

Después bien vale la pena recordar a la persona que, sin saberlo, gestó esta locura; el Padre Lorenzo Massa. Más alla de lo que uno piense sobre la religión, a Lorenzo hay que recordarlo por su obra. Fue una persona preocupada por los chicos y dedicó su vida a formar personas. Sacó a los pibes de los peligros de patear una pelota en la calle para darles una canchita en los terrenos de la capilla de San Antonio, comprandoles unas remeras y asegurandoles un espacio donde pudieran entrenar sus fisicos pero también sus cabezas. El Padre se ocupó de inculcarles valores y principios, esos que se necesitan para lograr que Clubes como San Lorenzo se destaquen por sobre el resto. Y tan grande fue su obra que hasta quisieron que el Club llevase su nombre. Como si esto no fuese suficiente, su humildad impidió este reconocimiento en vida que le quisieron brindar y asi fue como se negoció el nombre que hoy nos emociona día a día. Quizás en uno de sus más locos sueños haya imaginado que su creación movilizaría a millones y millones de personas en el país. Quizas su humildad no le haya permitido siquiera proyectar tal inmensidad para su obra. Sea como sea, hoy gracias a Lorenzo hay centenares de chicos que desde las infantiles encuentran en San Lorenzo un lugar donde acercarse al deporte y buscar en la pelota la posibilidad de salvar a sus familias. Hay centenares de chicos que utilizan las instalaciones del Club para practicar sus deportes federados, alejandolos de los vicios de las calles. Hay millones de chicos que ven una remera azulgrana y lloran de la alegria, en un país donde desde los medios te hacen creer que solo existe River o Boca. Si su vocación fue trabajar por los pibes seguro que hoy se siente satisfecho. Cuanta necesidad de personas como Lorenzo Massa tiene la sociedad de hoy en día!

Finalmente, el momento de reflexión necesita que dejemos de cerrar los ojos, para abrirlos y mirar.
Mirar lo que somos, donde estamos y a donde vamos. Mirar a donde llevamos el sueño de Lorenzo Massa y los porqués que se nos cruzaron en el camino. Mirar que hacemos con el compromiso que tomamos con quienes nos regalaron al Ciclón y pensar si lo dignificamos con nuestro presente.

¿Es San Lorenzo el Club que queremos que sea?¿Es el trato que nos brindan nuestros dirigentes el que nos merecemos?¿Hacemos algo para merecer más?

Hoy por hoy a San Lorenzo le debemos volver a Boedo. Se lo debemos a ese abuelo, padre o hermano. A ese tio, amigo de barrio o compañero de colegio. Se lo debemos a todos los que nos regalaron este sentimiento inigualable y, especialmente, se lo debemos al Padre Lorenzo Massa.

A Boedo se vuelve todos juntos. Se vuelve con todos los partidos politicos encolumnados tras este sueño, con todas nuestras agrupaciones de la tribuna trabajando codo a codo, con nuestros medios partidarios ejerciendo la presión necesaria para difundir la causa y, principalmente, con el compromiso de todos los socios de San Lorenzo de Almagro. A Boedo no nos va a llevar tal o cual sector, tal o cual partido politico. A Boedo volvemos todos juntos o no volvemos. Se necesita de los Superhinchas y de los golondrinas. Se necesita de los que quieren volver "ayer" y de los que hoy prefieren ganar la Copa Libertadores. Se necesita de los fanaticos de la causa como también de los escepticos. Se necesita de los peronistas, radicales, socialistas y militantes del Partido Verde ya que, cuando se cruza la puerta del Club, todos deben ser militantes del SanLorencismo, sin expeción. Muchas veces a lo largo de nuestra historia se ha confundido la politica Nacional con la politica Institucional en el CASLA y esto nos ha llevado a consecuencias tristisimas. Se necesita que seamos SanLorencistas y nada más. En esta dificil empresa nadie es prescindible; todos son necesarios. Se necesita de la Unidad Cuerva para que volver a Boedo deje de ser una ilusión y se transforme en una realidad.

¿Es San Lorenzo de Almagro el Club que nuestra historia demanda? ¿Tomamos por religión los principios de repeto, fraternidad y unión entre cuervos que el cura pensó para esos chicos que alejó de las calles? Estos 100 años nos reciben de la mano en muchos temas pero separados en otros muy importantes, como la vuelta a Boedo. Hay cuervos que no se detienen a limar asperezas para darse cuenta que ninguna ideología esta por sobre San Lorenzo de Almagro. Todas las ideas pueden ser pulidas si lo que las motiva es el amor al Club. A todos nos motiva tener el mejor San Lorenzo del mundo y vale la pena tener esto en mente para completar la obra de Lorenzo Massa con la grandeza que nos diferencia del resto. En el Club hay muchisima gente que ama a San Lorenzo; basta con sentarse unos segundos a hablar con representantes de los distintos sectores del Ciclón para darse cuenta la locura con la que quieren a nuestros colores. Hay que aprovechar que existe tanta gente con el fanatismo y las ganas necesarias para devolvernos a Tierra Santa, y como socios ayudarlos a que este sueño se haga realidad. Todos juntos muchachos...

San Lorenzo es un Club de barrio, con cuna en Almagro, corazón en Boedo y casa en el Bajo Flores. Pero San Lorenzo es de Argentina. San Lorenzo rompió las barreras del Barrio para meterse en el corazón de personas que nisiquiera han pisado Buenos Aires, y es esa esencia barrial la que nos diferencia del resto. Nadie menciona tanto al Barrio como nosotros en sus canciones y nadie festeja sus titulos en el Barrio como nosotros. Lo que algunos intentan tomar como una ofensa, tildandonos de Club de Barrio, es un motivo de orgullo para todos los que entendemos la grandeza de saber de donde venimos; el que no sabe de donde viene, dificilmente sabrá a donde tiene que ir. Y las paradojas de la vida hacen que nosotros debamos ir al lugar del que venimos.

Son 100 años gloriosos. Son 100 años de amor, locura y pasión. Son 100 años de alegrias y de tristezas; pero muchas más son las alegrias. Son 100 años que a pesar de estar un poco lejos, vamos a festejar en Boedo, como nuestra historia demanda.

Vamos a volver.

De nosotros depende cuando. Pero tiene que ser todos juntos.

FELIZ CUMPLEAÑOS CICLÓN! Gracias por tanto.

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