Heladera Vacia y Sed de Gloria se buscan

"...Con la efectiva llegada de Alejandro Gómez, San Lorenzo se retiró del mercado de pases (a menos de conseguir al tan ansiado delantero de fuste) y redondea un plantel ajustado, vicioso pero con calidad en alguno de sus jugadores. Sin embargo, el mayor de los pecados resulta la displicencia y la comodidad, facilitada desde lo salarial, que presentan la mayoría de los jugadores.



¿Cuánto podría haber cambiado en la vida de Andrés Silvera, o de cualquier otro jugador, la obtención de un nuevo título con la camiseta azulgrana? Desde lo económico, seguramente nada; y desde lo profesional, evidentemente tampoco les ha preocupado tanto.

Actualmente, la consagración a nivel nacional no es sinónimo de un futuro asegurado en el fútbol europeo, ni tampoco mejicano, donde los sueldos y las primas son superfluos. Para darse cuenta de ello, basta repasar el equipo que campeonó en 2007 y su presente: Agustín Orión, Cristian Tula, Santiago Bianchi Arce, Santiago Hirsig, Sebastián Méndez, Ezequiel Lavezzi, Gastón Fernández, Andrés Silvera, Osmar Ferreira, Diego Rivero o Adrián González y Cristian Ledesma. Todos ellos todavía visten la azulgrana, menos el "Pocho" (vendido luego del título, aunque deseado desde mucho antes en Europa), Fernández (transferido un campeonato más tarde), Hirsig (libre y sin club) y Ferreyra (en Rusia).

Para nosotros, los hinchas, vestir los colores centenarios del Ciclón es un sueño pero desde la óptica mercenaria que manejan los futbolistas, entre ellos nuestros representantes en el verde césped, su anhelo es una transferencia o descansar en paz, con la billetera llena, el vaso de wisky hasta el tope y la noche libre para visitar el boliche de moda.

Dicho esto, podemos concluir que la gloria ya no es, como en otros tiempos, el incentivo para la salvación económica (sino el lobby de un representante con un dirigente amigo) y es lo primero lo que debería conseguir San Lorenzo para soñar con un 2009 ganador porque, generalmente, se es campeón con huevos o con fútbol.

Curados de espanto, ante la falta de recambio, sabemos que jugamos con un plantel con la heladera llena: Sin hambre y sin sed de gloria.

Ojalá Gómez desembarque con ansias de pegar su salto e inyecte a algunos (pocos, muy pocos) jugadores en los que todavía depositamos algo de esperanza. De los demás, ya sabemos qué esperar..."


DEBOEDOVENGO