Al socio lo que es del socio.

No somos nada. No le importamos a nadie, no nos cuidan en lo absoluto. El hincha y socio de San Lorenzo tuvo que sufrir que lo boludeen en la cancha de los roñosos ante la mirada desinteresada y provocadora de una policia sin verguenza y, obviamente, sin que ningun puto dirigente tuviese la dignidad de proteger y resguardar la integridad de los cuervos.



Un operativo policial de 1000 personas no pudo controlar la marea azulgrana que dio el presente en La Boca. Con un vallado que reducía el acceso local a 2 metros de vereda nos arreraron como ganado durante horas, permitiendole el acceso al último hincha de San Lorenzo cuando el segundo tiempo ya promediaba los 20 minutos. Entre risas que buscaban pelea la policia mansa y tranquila, bien uniformada y rascandose las bolas a 4 manos, veía como señoras se descomponían, cuervitos se asfixiaban y gente grande debía abandonar la cola que, para las 11, seguía siendo de 4 cuadras. Sin poner orden, dejando que la gente se amontone, amagando con los caballos cada vez que entendiblemente la presión empujaba el descontrol para adelante y pegando con los escudos para "mantener el orden".



La dirigencia de San Lorenzo brilló por su ausencia. Nadie vino a dar la cara ante tanto desprecio por la gente. Quizas contentos por cada cuervo que se pudrió y se terminó yendo para su casa, los hijos de puta que cedieron nuestra localía y nos mandaron a jugar al chiquero, estando al tanto del desborde de cuervos que peleaba en las inmediaciones del estadio por ver al Ciclón, nunca pintaron.

Como si fuesemos delincuentes, como si estuviesemos haciendo algo mal, como si querer ver al Ciclón fuese un pecado. Policia corrupta, inoperante, provocadora y bostera. Dirigentes de cuarta. Gente desprotegida. Pero a la cancha vamos a seguir yendo igual, entiendanlo de una vez.