lunes, 25 de mayo de 2009

Desviando la atención



"Los futbolistas son lo más sano del futbol" reza una de las máximas periodísticas por excelencia, a la hora de señalar las bondades y miserias que rodean al fútbol. Meten a todos en la misma bolsa y buscan diferenciar a los que patean la pelotita del resto, incluyendo no solo a póliticos, referís y barrabravas, sino también al socio e hincha común. Esta batalla ideológica los encuentra atrincherados y jugandose las últimas granadas, buscando salvarle la poca dignidad que le queda a nuestros profesionales. Convengamos que nadie se compra un poster del presidente de una Institución, mucho menos de un referí. Sin jugadores nobles, dedicados, profesionales y mimetizados con el sentir del hincha, no venden ni una revista. Y entonces, apuntan los cañones, y que caiga quien caiga.



Hace rato que en San Lorenzo muchos de sus empleados mostraron la hilacha, y se les ve la tanga. Enfermos de la guita, consumistas de si mismos, dedicados a la billetera y la joda, entregados al exito bancario y comprometidos con cambiar el auto cada 12 meses, el gremio se debilita ante la atenta mirada de quienes sólo buscan ver a los colores de su corazón bien vestidos por el asalariado de turno. Nadie les discute su dinero, que lo tienen bien merecido, e incluso con la guita que gira en torno al deporte, debería ser más. Nadie los ataca por peliar premios y primas, ya que en toda esfera profesional el empleado siempre quiere más. Cómo reprocharles que busquen su pase a Europa o México, si con ese 15% le brindan tranquilidad y futuro económico a sus familias? Pero los jugadores pasarán, y los clubes quedan. Frágiles y debilitados, observando de costado como del negocio millonario solo reciben migajas, y nisiquiera logran equiparar las fuerzas internas, donde los jugadores hoy tienen más voz y peso que los dirigentes de la Institución.

Se entienden las reglas del juego, sin que ellos implique doblegarnos en nuestras exigencias; se les demanda respeto y dedicación, profesionalismo y seriedad, compromiso y devoción por la historia que los antecede y los precederá. Pero perdieron la cabeza, se les rompió la brújula y entre ellos se miran para ver quién los salva. Y ahí llegan entonces, periodistas cómplices y corruptos, serviles y funcionales, cuidando la gallina de los huevos de oro, por más que hoy los huevos esten podridos.

Y así es como hoy la ligan los hinchas. Si un grupo reacciona y putea a los jugadores, son todos tipos comprados o utilizados politicamente. Si se los escracha, hay que cuidar las formas y respetar a la persona. Si se los encuentra en un boliche y se los encara, se esta violando el derecho a la intimidad. Si ganamos dos partidos, nos tildan de masa boba que aplaude a rabiar ya que, en el fondo, solo queremos exitos deportivos. Y es normal que nos encasillen de esa forma, es la que sienten más rentable. Les interesa que vivamos en función de los 3 puntitos porque de las victorias y derrotas ellos venden diarios. Y cada vez que pueden, le dan con un palo a la gente para mostrarnos putrefactos en lo más intimo de nuestros sentimientos.



Hoy el Diario Ole le hace el juego a los mercenarios y pone en tela de juicio el sentimiento del hincha de San Lorenzo. Nos adjudican corrupción afectiva y buscan instalar en el ambiente la dobla moral del hincha del Ciclón. Por 2 o 3 mensajes de un foro de internet metieron una editorial de como "la gente" quiere que San Lorenzo pierda contra Lanus para perjudicar a Huracán y Velez en la lucha por el título. Ellos necesitan que se dude de la entereza del hincha para poder resaltar las bondades de los jugadores. Si nosotros aparecemos dubitativos acerca de la obligatoriedad de dejar todo por esta camiseta, ahi entran los mercenarios desfilando con el pecho inflado de azulgrana para decirle a la masa que "ellos van a salir a la cancha a dejar todo".

Hoy hay que soportar una vez más la mano en el orto de estos inescrupulosos hijos de puta que, carentes de autocritica, le siguen haciendo el juego a los mercenarios, sin importar quien caiga en la volteada. Ahora parece que queremos perder con Lanus, y entonces la contradicción se hace evidente, y caerán los títeres con microfono a preguntarse, "¿No eran estos los que insultaban a sus jugadores por jugar para atras y solo por la guita?¿No eran estos los que les tiraban monedas al micro en Ezeiza y le colgaron banderas tildandolos de mercenarios?".



Que la chupen. Les gustaria vernos en el pelotudeo minúsculo de quienes por intereses difusos no entienden el mandato sentimental que nos hace flamear en lo más alto del orgullo los colores azulgranas. Que la chupen y la vuelvan a chupar por fallutos y asquerosos. La gente de San Lorenzo tiene las cosas claras, siempre las tuvo, y nunca le falló al sentimiento. Les gustaría vernos arrodillados en nuestros valores, sucumbiendo al ritmo de la pelotudez mental en la que nos quieren hacer vivir esclavos de su mogolismo ilustrado. En nuestra tribuna las cosas estan claras. Mucho más claras que en el vestuario. Y, sin dudas, muchisimo más claras que en las oficinas de sus redacciones.

A continuación, la nota de Ole

Ningún Globo

El Ciclón visita el sábado a Lanús y sus hinchas, en los foros de la web, especulan con un resultado. ¿No quieren ganar? Hmm. No quieren terminar favoreciendo a Huracán. Ni a Vélez, claro. El plantel demostró estar en otra.

Los hinchas, fieles laderos si los hay, son protagonistas de situaciones nuevas y algunas no tan nuevas cada día. En cada campeonato están los que nos regalan ocurrencias, ideas ingeniosas y cánticos desenfrenados, así como tampoco se detienen los que nos dejan escenas grises, las cuales, a diferencia de las anteriores, ni vale la pena recordar.

El hincha, dicen algunos, es una caja de Pandora que se guía sólo por los sentimientos, sin pensar demasiado en otros aspectos que rodean a lo sentimental: cierto. Y más cierto es cuando en escena aparecen los eternos rivales... Cuántas veces hemos escuchado a algún Millonario, por caso, rogarle al Santo que tenga más cerca una derrota Xeneize para que sus primos no festejen en el campeonato, o viceversa. Y cuántas veces hemos oído a algún simpatizante (cualquiera) pedirle a sus jugadores que 'salgan a perder' para aguarle la fiestita a su archirival...

Muchas. Ahora, los que aparecen de golpe sobre las tablas son los hinchas Cuervos: "N o quiero ver a los Quemeros campeones, así que no sé como quiero que salga ese partido" duda primero el usuario ciclon_hernan en el Foro de debate del sitio partidario MundoAzulgrana.com. Y con esa frasecita que muchos tenían en mente pero ninguno se animaba a tirar lanzó el debate interno, que terminó por dar a luz el verdadero deseo: que su querido equipo pierda ante el puntero Lanús en la próxima fecha en el Sur, antes de que Huracán, o en su defecto Vélez, se vean favorecidos con el resultado...

"Me siento igual", avala nacho35. "Por un lado quiero que ganemos, pero por otro quiero que salga campeón Lanús. Si pierde Huracán, que ganemos". Y Totocuervoo agrega: "¿Por qué justo en este momento los Quemeros van segundos? Hay que bajarlos como sea. Contra Lanús, que sea lo que Dios quiera..."

Más claro, echale nafta. ¿Los jugadores? Al parecer no se prenden en esta ola de conveniencias, y prefieren mantenerse al margen. Las malas lenguas que decían que los cinco players que están y estaban al límite de amarillas (Aguirre, Bergessio, Bianchi, Torres y Voboril) iban a aprovechar este partido con Newell's para estar ausentes vs. Lanús y poder estar en el clásico tuvieron que calmarse, porque nada de eso sucedió. Y todo marcha como tiene que marchar...

Quedan cuatro partidos claves por delante. No sólo para el futuro de San Lorenzo, sino también para el de sus queridos contrincantes históricos. ¿Se cumplirá el anhelo de la hinchada? "

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